Una universitaria estaba en el tercer año de sus estudios. Como es común en los universitarios, ella pensaba que era de izquierda y estaba a favor de la distribución de la riqueza, que aún ella no había logrado.
Tenía vergüenza de que su padre fuera de derecha. Su padre se oponía a programas socialistas, proyectos de ley que otorgaban beneficios a quienes no los merecían e impuestos mas altos para los que tenían mayores ingresos de dinero. Sus honorables y objetivos profesores le habían asegurado que la de su papá era una filosofía equivocada.
Por lo anterior un día se decidió a enfrentar a su padre. En medio de la conversación su padre le preguntó: ¿Cómo van las clases?...
Ella respondió: "Van bien, tengo promedio de notas 7 en todas las asignaturas. Me cuesta, no tengo vida social y duermo poco pero lo logro".
El padre pregunta: ¿Y tu amiga Soledad como le ha ido?...
La hija respondió: "Mal, Soledad tiene promedio tres. Pasa la mayor parte de su tiempo en fiestas, no estudia y varias veces no asiste a clases".
El padre dijo: "Entonces ve a donde el Rector y pídele que le transfiera 2 de los 7 puntos tuyos a ella, para que ambas tengan un 5, esta sería una buena y democrática distribución de notas, acorde con los programas socialistas".
Ella indignada dijo que "tenía que trabajar duro para conseguir resultados, mientras que Soledad jugaba y que no quería regalar el producto de su trabajo a otra persona".
El padre entonces le dijo: ¡¡¡BIENVENIDA A LA DERECHA!!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario